¿A quién no le ha pasado? Llegamos tarde a casa luego de asistir a una fiesta donde tal vez hemos bebido alguna copa de vino de más y comenzamos a hacer zapping por los canales del cable para encontrar cualquier cosa que nos distraiga un poco del dolor estomacal que comenzamos a sentir. Tal vez un partido de tenis o la repetición de un partido de fútbol y comenzamos a pensar: "bueno, esos si que son hombres de verdad, como pueden correr y transpirar tanto"... O tal vez ese muchacho dominicano, inmigrante ilegal, guardia de seguridad con músculos esculpidos cual Dios de ébano, y antes que puedas pensarlo dos veces ya estas soñando con unas vacaciones en las playas de Ecuador, rodeado de speedos por todos lados. O en el sauna del gimnasio donde el chico musculoso se deja caer un poco la toalla y tienes un espectáculo incontrolable que nada tiene que ver con la Biblia. ¡Bueno, tiene que parar allí! La homosexualidad es el peor enemigo de los valores cristian
Iglesia de la Nueva Era - Cristianos Orgullosamente Conservadores - Uruguay